En un esfuerzo por frenar el avance de la frontera agrícola sobre áreas protegidas, la Gobernación de Cundinamarca anunció la firma de varios convenios solidarios con Juntas de Acción Comunal, enfocados en la preservación ambiental y la sostenibilidad rural.

En total, 1.372 hectáreas en cinco municipios serán conservadas gracias a estos nuevos acuerdos, que contarán con una inversión de $1.741 millones de pesos. Los recursos permitirán adelantar acciones como la siembra de árboles, implementación de energías alternativas, reconversión productiva y la creación de unidades apícolas que impulsen la polinización y el restablecimiento de ecosistemas.

“Seguimos preservando áreas de especial importancia ambiental, y la comunidad campesina, en esa labor, es clave”, señaló el gobernador de Cundinamarca Jorge Rey.

El modelo parte de un principio claro: la conservación debe ser recompensada. Por eso, los convenios ofrecen un incentivo económico a las comunidades que renuncian a actividades agropecuarias en zonas de reserva, apostando por la protección de los recursos naturales y reconociendo el valor ambiental de los territorios.

Este enfoque ha permitido que Cundinamarca ya alcance más de 7.000 hectáreas protegidas bajo este tipo de acuerdos. Un avance que refleja una transformación en el rol del campesinado, pasando de prácticas que degradaban el entorno a ser protagonistas de su restauración.

Cada nuevo convenio representa un paso firme hacia un modelo de desarrollo rural que protege la vida, reconoce la dignidad de quienes cuidan el territorio y apuesta por un equilibrio entre productividad y sostenibilidad.